La villa de Ibros celebró ayer, lunes 20 de enero, la festividad de “Santobastián”, con la tradicional romería y roscas de pan. Al mediodía, cuando los niños salen del colegio, la iglesia parroquial de Ibros se llenó de pequeños y mayores para presenciar el ritual de bendición y reparto de rosquillas y chocolate que el Ayuntamiento de la villa obsequia cada año a los vecinos que acuden en gran número hasta el templo parroquial.
Amaneció el día frío y gris, con amenaza de lluvia, pero no impidió celebrar la popular romería con la imagen de “Santobastián” por las calles del casco histórico hasta llegar al campo, al paraje de Las Minas. Un tiempo para disfrutar y compartir el almuerzo entre los vecinos, para cantar y bailar a la luz de una lumbre las canciones típicas de este día, mientras los niños juegan y se divierten en el campo. Pasadas unas horas, y con las primeras gotas de lluvia, comenzó la procesión de regreso hasta llegar al templo parroquial.
En la tarde, se celebró la santa misa en honor a “Santobastián”, oficiada por el párroco Juan Antonio Marín Linares que, en su homilía, alabó las bondades del santo mártir que sacrificó su vida por amor a Dios. San Sebastián es uno de los santos más personificados en el arte religioso y más conocidos de la Iglesia, protector de las epidemias y patrón de los atletas y arqueros, representado casi desnudo con flechas incrustadas en su cuerpo, víctima del martirio que sufrió en Roma en el siglo III por orden del emperador Diocleciano,
La memoria de “Santobastián” se honra en Ibros desde tiempo inmemorial, día que se convirtió en tradición, amparado por numerosas personas que forman el grupo parroquial que organiza cada año esta fiesta tan señalada en la villa.
Foto portada: Romeria de «Santobastián» por el camino de Las Minas / María Remedios Rus