Los vecinos de Ibros volvieron a revivir, ayer domingo, la representación de su belén viviente, una tradición navideña que llevan celebrando durante más de una década. Ataviados con ropas de época, se reunieron en las calles que conforman el casco histórico para recrear los hechos y las escenas más significativas del nacimiento de Jesús, una cita que atrajo a numeroso público que disfrutó de las distintas recreaciones protagonizadas, y que este año ha contado con más de 250 figurantes repartidos en más de una veintena de escenas,
La Villa de Ibros ha viajado en el tiempo veinte siglos para representar el nacimiento del Niño Jesús y la llegada de los Reyes Magos de Oriente. En su duodécima edición, el belén viviente de Ibros representa el más grande de los escenificados al aire libre en la comarca de La Loma, un acontecimiento que ha pasado a ser la actividad cultural más importante de la programación navideña que organiza el Ayuntamiento de Ibros.
Las calles del antiguo barrio ibreño del Señorío, de trazado angosto y plazas recoletas, lugar donde se alza la majestuosa muralla ciclópea ibérica, se convierte en el escenario perfecto para dar vida a la recreación de Belén de Judea en la época del Nacimiento de Jesús, con la puesta en escena de distintos espacios donde aparecen los oficios artesanos de carpintería, panadería, herreros, costurera, hilanderas, pastores, mercaderes y hasta la biblioteca de Alejandria. En el patio interior de la muralla ciclópea se encontraba la escena más importante, el Nacimiento del Niños Jesús, con José y María, junto con los Reyes Magos y sus pajes que atendían la visita de los niños. En la fachada principal de la muralla se encontraba el rey Herodes custodiado por varios romanos. Este año el belén viviente ha contado, también, con la participación de un grupo de la guardia pretoriana de Linares que ha desfilado por todo el recinto.
En cada espacio, en cada rincón, donde se mostraba una escena del belén se ofrecían dulces típicos del pueblo, la torta dominguera, pestiños, etc. y vino dulce, al tiempo que se escuchaban villancicos populares. El Belén viviente de Ibros es un evento cultural ya consolidado en el pueblo que atrae a numerosos visitantes de la provincia de Jaén, un reclamo turístico de la villa milenaria de Ibros para presentar su riqueza monumental y disfrutar de su rica gastronomía.