El Belén Viviente de Ibros fue visitado, en la tarde noche de ayer domingo, por cientos de personas, muchas de ellas venidas de diferentes pueblos de la provincia de Jaén. La recreación del Nacimiento de Jesús se consolida como una tradición más en el calendario ibreño, un reclamo turístico que despierta el interés de las personas que quieren conocer las distintas escenas costumbristas de la época montadas en el antiguo barrio del Señorío, de calles angostas y plazas recoletas, lugar donde se encuentra la majestuosa muralla ciclópea ibérica de Ibros. En el belén viviente, organizado por el Ayuntamiento de Ibros, participan más de un centenar de personas de distintas asociaciones culturales de la localidad que, ataviadas con la ropa característica de la época, representan los oficios y costumbres de los habitantes del lugar donde nació Jesús hace más de veinte siglos. En cada uno de los espacios se ofrecían dulces típicos de Ibros: pericones, torta dominguera o pestiños y de vino dulce. En el patio interior de la muralla se encontraban los Reyes Magos con sus pajes. Melchor, Gaspar y Baltasar recibían a los niños y les obsequiaban con caramelos. Muy cerca de esta escena, la más importante y centro del Misterio de la Natividad: El Nacimiento de Jesús con la Virgen María y San José. El Belén viviente se suma al programa de actividades navideñas que vivirá esta localidad de La Loma y que ha organizado la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Ibros.