Sin lugar a dudas es el espectáculo más atrayente de la Navidad en Ibros, El Belén Viviente. Numerosas personas de distintas asociaciones y colectivos de la villa participan en esta colosal recreación iniciada hace varios años organizada por el Ayuntamiento de Ibros que, en los dos últimos años a consecuencia del covid, no pudo representarse. Este año, aunque con cambio de fecha porque la programada fue día de lluvia, los vecinos de Ibros esperaban con alegría ver de nuevo su belén. Cientos de personas de la localidad y de pueblos limítrofes visitaron en la tarde y noche de ayer, viernes, la escenificación del belén en un marco histórico incomparable de Ibros, las calles del antiguo barrio del Señorío, plaza de Santa María, Pozuelo, Castillo, aledañas al monumento de las murallas ciclópeas ibéricas. En el patio interior de la muralla se encontraba la escena más importante, el Nacimiento del Niños Jesús, con José y María, junto con los Reyes Magos y sus pajes que atendían la visita de los niños.
En las calles cercanas al monumento ibero se recreaban escenas típicas, costumbristas de la época del Nacimiento de Jesús, la hilandera, panadería, artesanos de la carpintería, una posada, lavandera, castañeras, etc. que ofrecían dulces típicos navideños y vino dulce. En un rincón del Pozuelo se escuchaba los villancicos de un grupo de personas vestidas de pastores que cantaban y bailaban. El belén viviente de Ibros es ya un clásico en la programación Navideña, no sólo en Ibros si no en la provincia de Jaén.
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