El oficio de cantero es uno de los más antiguos del mundo. A lo largo de la historia, la piedra ha estado presente en las obras que las antiguas civilizaciones han construido en templos, palacios, iglesias o castillos.
Juan Ángel Cabrero Suárez (Ibros, 1968) lleva 32 años ejerciendo el oficio de cantero, artesano de la piedra. Empezó muy joven, las artes plásticas siempre le han gustado y optó por formarse en la Escuela Taller de Baeza. Después de su etapa formativa empezó a trabajar en una empresa de Burgos que realizó obras de restauración en las catedrales de Málaga, Granada y Jaén. A raíz de ese trabajo se unió con varios compañeros y montaron una empresa en Baeza, donde ha permanecido 14 años, hasta que en el año 2006 se estableció por su cuenta en Ibros, lugar donde ejerce su trabajo.
Juan Ángel nos cuenta que ha trabajado en muchos lugares de la provincia de Jaén. Le llaman tanto para la reparación de las fachadas de piedra de casas señoriales como para la colocación de piedra en las fachadas de casas nuevas, también en mausoleos, escudos heráldicos, fuentes y en cuantos trabajos esté presente la piedra.
Aunque hoy en día el cantero tiene la ayuda mecánica para cortar los bloques de piedras, es un oficio donde es fundamental la mano del hombre cuando se trata de tallar las piezas con cincel y martillo, que es lo que a Juan Ángel realmente le gusta “Es un trabajo duro, pero recompensa, aparte de lo económico, ves tus trabajos en la calle por cualquier sitio que pasas”. Una de las obras –nos cuenta- que más bonitas ha tallado fue la réplica de uno de los leones del castillo de Canena que flanquean la puerta de entrada. Este castillo palacio es uno de los monumentos que bien conoce, lugar donde ha trabajado en distintas actuaciones.
En la comarca de Loma ha trabajado en la restauración de fachadas de casas de otras épocas, en Baeza, Úbeda, Sabiote, o en lbros, en la Casa de Los Benavides del siglo XVI. Es precisamente en su pueblo natal donde ha intervenido prácticamente en todas las obras de reparación, adecuación y embellecimiento de calles y plazas que el Ayuntamiento de Ibros viene emprendiendo desde hace tiempo, nos cita por ejemplo el pozo de piedra del patio interior de las murallas ciclópeas, el embaldosado de piedra en el casco histórico, la plaza en calle Virgen de los Remedios o la recuperación del antiguo pilar de la fuente del Valle que estaba enterrado y se pudo descubrir. En Ibros, reconoce, “se está llevando a cabo una labor importante de recuperar y embellecer los lugares típicos”.
Un monumento que conoce también a la perfección es la Catedral de Jaén, si bien es cierto, en aquel año de 1991 trabajando con la empresa de Burgos, participó en la restauración de los 99 pináculos que hay en la majestuosa catedral de la Asunción.
Juan Ángel Cabrero no augura buen futuro laboral a este oficio que él lleva ejerciendo tanto tiempo, al que apostilla no va a tardar, desgraciadamente, mucho tiempo en perderse. “En la provincia de Jaén somos pocos los canteros. En Porcuna, Francisco Aguilera, nieto del creador de la casa de Piedra, sigue en el oficio, le viene por tradición familiar. Por aquí, por la zona, no hay ninguno, ni tampoco escuela que oferte este oficio porque no hay demanda de alumnos que quieran aprenderlo ”.
Juan Ángel sigue trabajando en distintos proyectos que le encargan de distintos pueblos de la provincia y en trabajos de Ibros, el último -nos indica- la fuente que está realizando para la adecuación de la plaza en la Cuesta de Jesús, lugar donde estaba antiguamente la Ermita de la Virgen de los Remedios.
Dejamos al artista en su apaciguo taller de cantería donde corta, talla y da forma a las piedras que embellecerán monumentos, casas y plazas de muchos lugares de nuestra provincia.
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