Aunque oficialmente tampoco este año haya fiesta, el corazón de los ibreños rebosa de sentimientos y es fiel a la tradicional cita de mayo
El lunes, día 3 de mayo, volverá a ser el día grande que el pueblo de Ibros desde tiempo inmemorial dedica a su Patrona, la Santísima Virgen de los Remedios. Este año, como el anterior 2020, por las circunstancias especiales que se están viviendo a causa de la pandemia, la imagen tan querida por los ibreños en una expresión devota que se ha ido transmitiendo de generación en generación, no va a poder salir en desfile procesional para recibir el cariño emocionado de los ibreños, ni tampoco van a poder asistir a solemnes celebraciones religiosas de forma masiva como habitualmente ocurre, pero no por ello la fecha va a pasar desapercibida, no lo va a permitir el pueblo entero, y a la cabeza de él la parroquia, la Hermandad de la Virgen y el Ayuntamiento, que han sumado esfuerzos para que la adversidad de este momento no rompa los lazos con la tradición más hermosa.
Los nuevos medios que propicia internet y las redes sociales hace realidad este año que los ibreños, tanto los que viven físicamente en el pueblo como tantos cientos de paisanos que residen en distintos lugares de España y del extranjero, puedan estar unidos por los mismos lazos de afirmación de nuestra identidad. Desde los primeros días del estado de alarma, el pasado año, por una extraordinaria iniciativa del párroco, don Juan Antonio Marín Linares, cada tarde, a las ocho, desde los cuatro puntos cardinales de la geografía ibreña se miraba al campanario del templo de San Pedro y San Pablo, donde repicaban las campanas al tiempo que sonaba por los altavoces la Salve y el himno a la Patrona, como una bendición de la Remediadora a su pueblo en tan duros momentos. Las imágenes se fueron propagando y penetraron en los hogares de los ibreños como un hermoso regalo. La Hermandad de la Virgen de los Remedios que preside Josefa Moreno Pantoja, colaboró activamente y todo el pueblo hizo suya esta cita vespertina.
Este año tampoco va a quedar en blanco, hasta ahí podíamos llegar. Se han ido sumando iniciativas y en estos días centrales de lo que tendrían que ser las fiestas, se han programado actos y manifestaciones de carácter religioso, pero también lúdicas, la feria alternativa que promueve el Ayuntamiento. No faltará la solemne misa en la tarde del domingo, día 2 de mayo, ni tampoco la fiesta del día de la Cruz, el lunes, día 3, a las 11,30 de la mañana. Ni por supuesto el novenario, de los días 6 al 14 de mayo. Por tanto la Virgen de los Remedios no va a dejar de sentir el cariño y la devoción de su pueblo.
También en esta oportunidad está en las casas de Ibros y en las de los ibreños que residen fuera, El Programa, la revista de la Hermandad de la Virgen de los Remedios que cada año se edita con motivo de las fiestas patronales y que en esta ocasión en una gran parte está dedicada a la memoria del que durante muchos años fue su coordinador y alma máter, Antonio García Fernández, fallecido recientemente a causa del coronavirus. La publicación, como suele ser habitual, la abre una hermosa fotografía ganadora del concurso convocado por la Hermandad y de la que es autor Juan Ledesma Puerta, en tanto que en la contraportada se incluyen las imágenes que obtuvieron el segundo premio, de las que es autora María de los Remedios Rus Moreno. Parte del contenido de El Programa ya lo dejó preparado el pasado año Antonio García, por lo que algunos textos no guardan actualidad pero tienen el mérito de que fueron tratados con el cariño y la devoción que el hijo de Ibros ponía cada año en este libro de casi 200 páginas.
Como es habitual aparecen testimonios del párroco, del hermano mayor, del alcalde, de la presidenta de la Hermandad, del cronista de la villa, también se reproduce el pregón de 2019 pronunciado por Elena Lendínez Aranda, un reportaje de la Asociación de Mujeres “Amanecer”, y variados artículos, entre otros, de Asensio López, Juan José Delmás Martos, Araceli Cámara Palomares, Miguel Moreno Martos, Carmen Martínez Herrera, José María Valero Suárez, Rafael Espadas Mendoza, Francisco Díaz Ledesma, Isabel Chinchilla Sánchez, Manuela Ledesma Chinchilla, Dolores Palomares Cabrero, Juan Ledesma Puerta, Isabel María Torres Herrera, Antonio Fernández Palacios, María Fernández Marín, Luis Chinchilla Moreno, Rosario Cabrero Cabrero, grupo de teatro “Raíces”, Marián Ledesma Martínez, Pedro Garrido Ruiz, Antonio Díaz Tribaldos, Pepita Parra, Bartolomé Jiménez Caballero, Lucía Cuevas Pozo, Josefina Moreno Bueno, Vicenta Garrido Tribaldos, Juan Antonio Marín Linares, Alfredo López Suárez, Carlos Fernández Cabrero, Juan Francisco Martínez Palomares, etc. Por lo que se refiere al homenaje ‘In Memoriam’ dedicado a Antonio García Fernández, lo abre un delicioso y emotivo artículo de su esposa, Carmen Gallego, y se suman su hijo Casto, la Familia García Fernández, Josefa Moreno Pantoja, Juan de Dios Vacas Carrillo de Albornoz, el cronista de Ibros, Carmen Cámara Calvo; Pedro, María, Nieves, Amparo y Miguel; Manuel Escudero Fernández, Manuela Ledesma Chinchilla, Familia Fernández Azañón, Manuel Escudero Puga, Adolfo Salas de la Torre, Ramón Paterna Moreno, Antonio Espadas, y Juan José Cabrero. Me he permitido citar todos los nombres, y espero no haberme olvidado de ninguno, y lo hago expresamente porque son grandes voceros de las fortalezas de nuestro pueblo.
Los sentimientos íntimos de los ibreños y su cariño filial a la Virgen de los Remedios, trasciende las paredes del templo, la venerada imagen está en los hogares, las fotografías nos acompañan siempre, y en estos días se multiplican, en realidad ser ibreño y ser devoto de la Remediadora son una misma cosa. Con esta afirmación creo que ya está todo dicho. Ahora la aspiración de la Hermandad, que cuenta con el respaldo de más de 2.500 hermanos, de un pueblo que no llega a los 3.000 habitantes, es conseguir del Obispado la coronación canónica de nuestra muy querida advocación mariana, precisamente cuando se han cumplido recientemente ochenta años de la talla actual, que data de 1939, obra del escultor granadino Navas Parejo, y que sustituyó a una barroca del siglo XVII que desapareció en la guerra civil. La de ahora, como la antigua, colma todas nuestras aspiraciones, tan linda, tan admirable, tan única. Creemos merecer este reconocimiento por tratarse de una devoción tan antigua que une por siglos la vida de los ibreños a María Santísima de los Remedios.
Algunos establecimientos, sobre todo de hostelería, han decidido sumarse y van a ofrecer platos exquisitos para ser degustados en las casas, al tiempo que en no pocos hogares se va a crear, de hecho ya está creado, el ambiente apropiado para la conmemoración en este Día de la Cruz y se van a exhibir fotos de la Reina y Señora de Ibros. Este año todo es diferente, pero la tradición y la religiosidad popular han calado en el tiempo y han dejado páginas muy auténticas de esta relación tan emocional de Ibros con su Patrona. Después de esto vendrá el novenario, la Virgen de los Remedios no se va a quedar sin novena, y de nuevo habrá que estar pendiente de las redes sociales cuya bondad es bien manifiesta para este tipo de manifestaciones de una colectividad de la que se honra Ibros entero.
Un dos de mayo por la tarde y un tres por la mañana para un ibreño sensible no son unas horas más perdidas en el tiempo. En directo se viven con la ilusión de verla, y desde la distancia puedo asegurar que un nudo en la garganta ahoga a cualquier ibreño bien nacido. Y esto es así porque las citas con nuestra Patrona, la comunión con lo más grande de esta riquísima herencia, nos han marcado para siempre. Los signos, el corazón de nuestra identidad, la bandera que hemos de enarbolar es la de una trilogía compuesta por el pueblo propiamente dicho, sus tradiciones, y la Virgen de los Remedios, a quien debemos el honor de su patronazgo en esta comunidad nuestra.
Un abrazo, también virtual por la ocasión, a todo Ibros. Y aunque sea desde aquí, esta ventana abierta siempre a su pueblo de Rafael Espadas, me permito hacer un brindis por el futuro de la Villa Milenaria, ejemplo vivo de un pueblo fiel a su pasado pero con la mirada puesta en su futuro, un pueblo viejo, que no antiguo, que quiere seguir haciendo historia con un sentido abierto a la modernidad. Quiero que mis vivas a Ibros y sobre todo a la Virgen de los Remedios, se escuchen, y estén en espíritu en el lugar de encuentro de los ibreños de corazón. Acaso se me escape furtivamente una lágrima de emoción, porque además es el Día de la Madre, y la Remediadora lo es, pero también pienso en todas y cada una de las madres de mi pueblo, empezando por la mía que ya no está entre nosotros. Desde aquí mi homenaje, el reconocimiento y la expresión de que detrás de cada uno de nosotros, de cuanto nos rodea y sentimos, hay un pueblo al que queremos y una Virgen de los Remedios inseparablemente unida a él.
Fotos: Juan Ledesma / Hermandad de la Virgen de los Remedios