Muchos visitantes al conocerla se quedan asombrados al comprobar que en Jaén, donde seguramente no se lo esperaban, se encuentra una de las catedrales más bellas de España.

Se pretende retomar el expediente ante la Unesco para su declaración como Patrimonio de la Humanidad.

No hace mucho tuve el privilegio de asistir en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, a una deliciosa conferencia o lección magistral del catedrático de Historia del Arte de nuestra Universidad, Pedro Galera Andreu, con el tema “La Catedral de Jaén: una catedral singular del Renacimiento”. El salón de actos de la institución cultural estaba lleno, pero les aseguro que hubiera merecido la pena que la escucharan todos y cada uno de los jienenses, porque un experto de su categoría hizo afirmaciones que tendrían que elevar nuestra autoestima y tomarnos en serio un papel de activismo en favor de su declaración como Patrimonio de la Humanidad. El profesor Galera dijo con claridad y ¡sonaba tan bien!, que la Catedral de Jaén “es la mejor de España” y no solo de las que tienen estilo renacentista, y que constituye el principal monumento de la provincia. Se lamentó, eso sí, de que le falta promoción, sobre todo en el plano nacional y vino a decir que para ser declarada por la Unesco, además de méritos, debe acompañarle la publicidad.

Hay que demostrar la implicación de la sociedad, como ya se hizo en su tiempo, en torno al siglo XVI, cuando el templo se alzaba y la población jienense contribuyó con sus recursos a la construcción del monumento que es emblema de la ciudad, y que siempre lo contemplamos en su empoderamiento del espacio urbano. Dijo muchas más cosas, por ejemplo que la sacristía es la mejor de las conocidas de la arquitectura europea. Se desprende de sus palabras como lo que es, uno de los grandes conocedores tanto de la seo como de los procesos que terminan en declaración por la Unesco, de hecho vivió muy de cerca los casos de Úbeda y Baeza, que es fundamental la presencia activa del tejido social, tiene que notarse el clamor, una petición a la Unesco sin publicidad parece que no es posible en este tiempo en el que tanta importancia se da al marketing.

Este tipo de aspiraciones cuestan, si no que pregunten en Úbeda y Baeza. A falta de movilización social en este momento puntual sí se cuenta, por fortuna, con una importante apuesta desde el ámbito científico y es la Universidad de Jaén la que ha estado empeñada en liderar esta conquista. Para eso celebró un doble simposio con el título de “La Catedral a examen”, donde los especialistas demostraron fehacientemente el carácter internacional de la Catedral, que fue uno de los argumentos que puso en cuestión la Unesco en un informe sobre el expediente, que no convenció en absoluto y que el tiempo viene a demostrar que tuvo muchas lagunas y que más bien daba la impresión de que desde el principio no se quiso atender esta legítima demanda de Jaén, motivo por el que tenemos el deber de insistir al menos para que se haga justicia y no se den por verdaderos supuestos que no son ciertos. Un libro que recoge todas las opiniones vertidas por grandes expertos ha visto la luz y falta saber si podrá ejercer alguna influencia en torno al proyecto que con tanta lentitud la ciudad acaricia.

Portada de la Catedral de Jaén, nocturno.

Para el primer templo jienense puede ser una garantía que la Universidad de Jaén se pusiera a la cabeza de una reivindicación y además de inyectar optimismo, la Universidad no solo es buque insignia, sino que ha creado la Cátedra Andrés de Vandelvira y el Renacimiento jienense, con el objetivo de potenciar, relanzar y desarrollar nuevas iniciativas relacionadas con algo tan importante, que puede ser un elemento de referencia y de visibilidad para nuestra provincia, y sería deseable que los trabajos de esa Cátedra tuvieran más proyección pública, es decir, que trasciendan del ámbito universitario para que la sociedad conozca y se contagie de su desarrollo y entusiasmo.

El Ayuntamiento elegido el pasado año 2019, presidido por el alcalde Julio Millán, ha anunciado que, siete años después, retoma la iniciativa de un nuevo expediente ante la Unesco, para lo cual se ha creado una comisión de trabajo, como la hubo en una anterior etapa, ahora falta que se proyecte una hoja de ruta dinámica y a corto plazo, pero además en el ámbito ciudadano lo lógico es que se formulen propuestas y se lleve a cabo una continuada movilización de colectivos e ideas, todo lo que pueda surgir con tal de ir alimentando una ilusión, sobre todo porque estamos en la creencia de que objetivamente hay razones de sobra para que la Catedral sea Patrimonio de la Humanidad, y hay muchos expertos de gran categoría que han calificado a nuestro gran monumento como una “pieza espléndida”. Muchos visitantes al conocerla se quedan asombrados al comprobar que en Jaén, donde seguramente no se lo esperaban, hay una Catedral tan majestuosa.

De vez en cuando los portales de viajes en internet, nos recuerdan que en Jaén tenemos una de las catedrales más bellas de España. No es la primera vez que ocurre y el monumento jienense siempre se queda entre la selección de los más admirados y reconocidos. A nosotros nos llegan los ecos y se llenan de “me gusta” y de “compartir” las redes sociales. La seo de la capital del Santo Reino es una de las cuatro catedrales del Renacimiento que se levantaron en Andalucía Oriental tras la conquista del reino nazarí de Granada, y se viene considerando por la historiografía artística como la más perfecta plasmación de un tipo arquitectónico que responde al ideal estético de los templos catedralicios defendido en la España del siglo XVI, que en este caso se mantiene de forma sorprendente en sus líneas estructurales hasta el final de su conclusión, dos siglos después de haberse comenzado. Tiene su correlato con las catedrales realizadas en América, a partir del siglo XVI, por lo que se vienen realizando estudios comparativos acerca del viejo debate planteado por los historiadores sobre la transposición del modelo hispano a Ultramar.

EL EMBLEMA DE JAÉN

Vista de la Catedral desde el parque del Seminario

Una de las prioridades que en este momento histórico tiene Jaén es la de recuperar y alimentar su identidad. Entre los monumentos emblemáticos de la capital, el primero de ellos sin duda alguna, es su Santa Iglesia Catedral. Desde hace algún tiempo se nos está llamando a la concienciación sobre la urgencia de mantener en perfecto estado, de conservar e incluso de mimar, esta joya renacentista y exhibidora de otros estilos, que es la mejor expresión de nuestra universalidad. La Catedral junto con nuestro Castillo son los mejores pregoneros de la ciudad, desde cualquier punto al que se acceda a Jaén, y desde el mismo entorno de la ciudad en el que está metido el templo y se divisa la fortaleza, constituyen señales definitorias del alma de Jaén y representativas de un pasado y al tiempo anuncio permanente de una fuerza y de una capacidad de reacción y de entusiasmo que son los valores a los que no se puede abdicar. La Catedral en concreto es el gran orgullo, un tesoro preciadísimo que tardó en construirse un total de 432 años, desde 1370 hasta 1802, y que tenemos el deber de valorar y defender apasionadamente.

En el pregón de la Feria de San Lucas de 2003, que pronuncié el 10 de octubre, me pregunté en alta voz, cómo no había estado nunca en la mente de alguien representativo proponer a nuestro primer monumento como Patrimonio de la Humanidad. Era la primera vez que se formulaba esta demanda y fue una satisfacción que poco tiempo después desde la Concejalía de Cultura, la entonces edil, Cristina Nestares, se sintiera concernida e iniciara la aventura. Esta Catedral que para el profesor Pedro Galera es «signo indeleble para la ciudad», mereció asimismo la siguiente impresión, muy definitoria de la realidad, por parte del profesor Bonet Correa: «El genial creador de la Catedral de Jaén, Andrés de Vandelvira, tuvo la virtud de saber proporcionar un arquetipo: el templo catedralicio al modo hispano. Pocos arquitectos tienen la fortuna de ver elevadas sus obras a tan alta categoría. La ciudad de Jaén que en el siglo XVI vivió su momento estelar, puede hoy estar orgullosa de conservar tan preciada joya arquitectónica, magnífico legado de su glorioso pasado».

Otro referente, el mejor escritor costumbrista que ha tenido Jaén, que fue un gran amante de su pueblo y que tan bien cantó todo lo que la conforma y modela, me estoy refiriendo al inolvidable Rafael Ortega y Sagrista, expresó este punto de vista que compartimos: «Entre las catedrales del Renacimiento en Andalucía, la de Jaén es la más fina, la más elegante, la más lucida».

RENACIMIENTO TAN VANDELVIRA

Interior de la Catedral

Dicho esto, cualquier comisario que pudiera venir a visitarnos, como en su día lo hizo el no muy bien recordado señor Pierre Coullaut, el evaluador de nuestro desengaño, que en vez de buscar Renacimiento, tan abundante, tan Vandelvira, se limitó a verificar la existencia de reminiscencias góticas, un despropósito, tendría que advertir como primera providencia, el entusiasmo colectivo como absolutamente imprescindible para que se haga realidad el objetivo, aparte, claro está, de cuidar el entorno de una vez por todas. Pero esto hay que trabajarlo, ser declarada Patrimonio de la Humanidad no se hace ‘gratis et amore’, porque exige un planteamiento concienzudo y una imagen.

Sería un buen síntoma contar en este momento con el revulsivo social que soliviante a la ciudad con iniciativas, con un programa de actividades, con artículos, conferencias, encuentros populares, con la implicación de los colectivos más dinámicos, que los hay, en definitiva con el compromiso de no bajar la guardia ni un solo instante hasta que se vuelva a pedir de nuevo formalmente el pronunciamiento de la Unesco. No basta con llevar las imágenes de nuestra joya cada año a Fitur y a otras ferias de turismo de España o del mundo, que sigue estando muy bien, por otro lado se agradece el respaldo tan importante de la Universidad, pero la competencia para pelear por este empeño corresponde a las administraciones, la central, la autonómica y la local, sobre todo, y cualquier otra ayuda, como la de la Diputación, es bien recibida, de hecho es la que más la proyecta dentro y fuera en su constante tarea promocional de las grandes fortalezas de la provincia. De igual manera es decisiva la implicación de las entidades culturales y sociales. Pues bien, es la hora de preguntarse qué políticos o grupos están en disposición de tomarse en serio este empeño y perseguirlo. Y se puede preguntar también si hay alguien a quien le puede interesar actuar de una vez por todas, en lugar de utilizar nuestra hermosa Catedral como “photocall” permanente de forma oportunista para hacerse fotos con su excepcional imagen, dentro o fuera del templo, y si te vi, no me acuerdo.

Torre de la Catedral desde la calle Bernabé Soriano

Hagamos una campaña potente y decidida para ganar este pulso a nosotros mismos y a la historia que nos sucederá. Corresponde al Ayuntamiento el papel de impulsor del nuevo expediente, si se produce, sería una buena noticia, cuando ya han pasado unos cuantos años que tuvimos la negativa tan abrupta e incomprensible de la Unesco, porque no hay mejor manera de vencer la desidia que con la acción y el compromiso, con protagonismos solventes que pueden colaborar en esta tarea y sacarnos a todos los castañas del fuego. En lo que estaremos de acuerdo es en que Jaén necesita este tipo de satisfacciones para alimentar su orgullo y autoestima, que siguen estando en horas bajas. Por cierto, ya vimos y tomamos nota del entusiasmo que puso la Junta de Andalucía en la anterior etapa, para apoyar la declaración de Medina Azahara y es motivo para alegrarse, porque se involucró por entero. En el caso de Jaén sí hay que lamentar que nunca, nunca, mostró parecido interés, ni por asomo, respecto a nuestra Catedral, y sus consejeras, porque así lo fueron en las diferentes etapas, nos distinguieron con su indiferencia.

Nunca nos perdonaríamos no intentarlo. Si nos sirve de algo, miremos hacia las dos ciudades renacentistas jienenses que por ser Patrimonio de la Humanidad se han puesto en el escaparate y es un placer comprobar el cambio que han experimentado. Esto es lo que queremos para Jaén.

Para terminar no me resisto a reproducir un precioso soneto del que es autor el poeta José García García, publicado en su momento en la revista “Senda de los Huertos” (1989) como homenaje al primer templo de Jaén, que celebra las vísperas de la Virgen de la Asunción, a cuya advocación está dedicada nuestra seo, y que con este motivo revive viejas tradiciones con el protagonismo de la Virgen de la Antigua, Patrona del Cabildo Catedral, y la sagrada reliquia del Santo Rostro, con la que el día 15 de Agosto se dará la bendición a la ciudad, desde los cuatro puntos cardinales, como es costumbre secular.

A LA CATEDRAL DE JAÉN

Por José García García

Corazón de Jaén, genial cimera;

olivo de esperanza cuyas ramas

al cielo nos acercan, cuando llamas

con recia voz de bronce, mensajera.

Fuente de mansedumbre, fortaleza;

Manantial de la fe, de paz, de vida,

que el alma en su regazo, agradecida,

apura hasta saciarse de belleza.

Eurítmica, perfecta, fervorosa,

Sagrada Faz exhibes y atesoras,

Catedral de esta tierra religiosa.

Catedral, palomar, arca grandiosa;

Catedral, tú, testigo de mis horas

de fervor y piedad, ¡maravillosa!


Fotos: José del Moral, Archivo.

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Antonio Garrido Gámez

Periodista

Por Antonio Garrido Gámez

Periodista